lunes, 26 de septiembre de 2016

Crea tu blog personal: Historia de un aprendiz

1. Crea tu blog.


Aquí tienes un vídeo tutorial, confeccionado expresamente para que aprendas a crear un blog con Blogger.
El blog nos servirá como portafolio de la materia de Lengua y Literatura, así como de las demás asignaturas, siempre que quieras documentar o destacar un trabajo.

Puedes detener el vídeo cuando quieras o volver a verlo todas las veces que sea necesario.


2. Crea la primera entrada: preséntate haciendo uso de una imagen y de un vídeo.

Sigue un guion para organizar el conjunto del texto:
1) Datos personales.
2) Mis gustos.
Incluye una imagen relevante.
3) Mis aficiones.
Inserta un vídeo de Youtube sobre el tema.


3. Completa las tareas correspondientes en entradas diferenciadas.

Vamos a terminar nuestras tareas incompletas, a la vez que elaboramos el portafolio de Lengua durante el primer trimestre en el blog personal que has creado.
Empieza por pasar a limpio y concluir las tareas en los portátiles, antes de subirlas a tu nuevo blog personal.
Publica una entrada por cada una de las tareas.

4. Comparte tu blog

Una vez creado el blog, comparte la dirección a través de un comentario a esta misma entrada. 
Encontrarás el espacio para comentar al final, justo debajo de este texto.
En cuanto nos hayas dicho tu dirección, la incorporaremos al "Planeta de blogs" de tu curso.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Me importas tú: nos presentamos mutuamente

¿Es suficiente con rellenar un cuestionario para darse a conocer? Aunque las preguntas sean muy buenas, constituyen un test externo, que no sabemos a qué intereses obedece, incluso si aceptamos que las intenciones son positivas.
Quizá sea esa una de las razones por las que ciertas personas contestan con menos ganas que otras. ¿Qué tiene esto que ver conmigo?

La pregunta de partida es: ¿me importa esa persona? ¿Se lo he hecho sentir con suficiente énfasis? ¿Nos hemos comunicado emociones, algunas profundas, otras positivas y relajantes?

Vamos a comenzar un proyecto que podremos aplicar en otros contextos, ante otras personas que nos importan y, a lo mejor, no son reconocidas por los demás, en general: nuestros padres, nuestros ancianos, un entrenador o entrenadora, alguien en el pueblo que me ha enseñado algo especial.
Aquí vamos a aplicarlo, para empezar, a nuestras compañeras y nuestros compañeros de grupo.

Nos acabamos de conocer. Estamos conviviendo a diario. Quizá llevamos años juntos en las mismas aulas. Pero hay mucho, muchísimo, que no sabemos.
Yo, recién llegado, no sé nada. Hay informes que hablan de vosotras y vosotros, pero a mí no me llegan al corazón. Me enseñan muy poco, porque deseo saber bien sobre vuestras capacidades y aquello que te hace sentir amenazado, vulnerable; vuestras fortalezas y oportunidades.
Además de utilizar un cuestionario, vamos a organizarnos de otra manera más efectiva y más divertida.

1) Nos vamos a entrevistar unos a otras en parejas aleatorias (por orden alfabético).
- Creamos entre todas y todos una serie de temas sobre los que preguntar: en la pizarra y en el blog.
Dimensiones de la vida personal por medio de círculos conectados.
- datos de registro (edad, domicilio, nacimiento),
- relaciones familiares y sociales (familia y amigos),
- retrato o descripción física: cabello, rostro, estatura, configuración del cuerpo,
- biografía (lugares en que has vivido o que has visitado; etapas de la vida escolar: centros en que has estudiado, otros eventos relevantes: una buena noticia, un encuentro o un descubrimiento, una enfermedad, un duelo, etc.),
- habilidades y capacidades que se practican: deportes, juegos, aficiones, etc.,
- gustos: gastronomía, literatura, cine, música, etc.
- opiniones: economía, política, ciudadanía.

- Preparamos una entrevista con una lista de preguntas ordenadas según los temas.
- Redactamos las respuestas en otra hoja.
2) Vas a escribir una presentación (en forma de retrato) de tu compañero o compañera, basada en la entrevista. Pide más datos o matices, para que el retrato sea completo.
3) Por fin, una persona presentará a la otra, mutuamente. 



Extensiones del proyecto a lo largo del curso: vosotras y vosotros nos importáis

Podemos dar continuidad al proyecto, si así lo decidimos en nuestro grupo-clase. ¿Por qué no preparar entrevistas a personas de referencia para ti o para tu grupo cooperativo? Nuestros ancianos, a la madre o el padre, familiares, vecinos o cualquier persona que deseamos conocer mejor: deportistas, músicos, trabajadores, artesanos y artistas, activistas sociales o ecologistas, concejales, sindicalistas, etc. 
Tendrá tanta más gracia cuanto nuestro entrevistado no sea un personaje famoso, aunque debiera serlo. Habrá que preparar la entrevista, realizarla y grabarla, preparar el retrato y emitirlo en nuestro podcast. 



Aprender es hacer: ABP

Hace mucho tiempo que sabemos, por experiencia, que solo se aprende a través de la práctica. Es un hecho que se comprueba en cualquier espacio de aprendizaje durante vuestra vida diaria: en un campo de deportes, en un taller, manejando un dispositivo móvil. Sin embargo, nos cuesta mucho hacerlo realidad en la escuela.

Recuperemos el hilo de nuestro diálogo anterior: ¿Cuáles son los problemas de nuestro tiempo, que vale la pena afrontar, porque forman parte de nuestra vida?

El cambio climático.
La destrucción de nuestro entorno natural.
Una economía que nos permita vivir con dignidad. 
Las expectativas de una vida feliz, sana y plena en nuestro país.
La situación de millones de refugiados, la mitad de los cuales son niñas y niños.
Etc.

¿Cómo podemos afrontar retos, hacernos preguntas, plantearnos problemas y resolverlos de forma práctica? 

¿Tendrá valor lo que trabajemos y aprendamos para otras personas: nuestro producto final?

Para organizar del mejor modo posible un proyecto de aprendizaje, llevamos décadas investigando y experimentando sobre un método.




¿Por qué no seguirlo y adaptarlo a nuestros propios planteamientos y problemas?




Preguntas que no caben en un examen

¿Para qué sirve la escuela?


Durante la enseñanza primaria, hemos seguido los raíles del tren de la educación con la confianza de una niña o de un niño que se deja llevar.
La enseñanza secundaria continúa el viaje emprendido por el País de la Vida. Ahora bien, nos empieza a preocupar y a interesar hacia dónde viajamos y,  sobre todo, por dónde queremos pasar. A lo largo de los próximos años tomarás muchas decisiones, como resultado de plantearse preguntas, afrontar retos y resolver problemas.


¿Te han enseñado a hacerte preguntas y a tomar decisiones?


A lo mejor lo han hecho tus maestras o tus padres, pero no parecía lo más importante. Puede que pasara desapercibido mientras memorizabas el tema que tocaba, hacías ejercicios, llevabas o no llevabas los deberes hechos.


¿Qué significa ser responsable?


Quizá no nos hayamos dado cuenta, pero cada vez nos piden un poquito más de responsabilidad.
"Responsabilidad" o "ser responsable" procede del latín y significa ser capaz de responder.

¿A qué preguntas hay que responder? ¿Quién hace las preguntas?


Es casi imposible responder a preguntas que no te hayas planteado previamente. No se puede reproducir mecánicamente una respuesta a una pregunta desconocida. Imagina a tu madre o a tu padre preguntando, precisamente, si te has planteado el problema: "¿No tienes nada que decirme?" o "¿Te has dado cuenta de lo que has hecho?".
Qué angustia.
Si respondo: "No sé de qué me hablas", solo estoy aplazando la necesidad y el placer de plantearme las preguntas, razonar las respuestas y ponerme, de una vez por todas, a la altura de una persona adulta.

¿Qué preguntas tengo que (y puedo, soy capaz de) preguntarme? ¿Qué problemas urgen a mi familia, a mi pueblo, a este país, a la humanidad y al planeta del que formamos parte responsable? ¿Qué retos voy a afrontar? ¿Qué cuestiones van a condicionar mi vida?

¿Puedo responder solo, en solitario, a solas? ¿Puedo responder con la ayuda y la colaboración de otros próximos? ¿Quién, cómo?

"Los libros" pueden ayudarnos. Pero también las lecturas que hacemos en Internet.
"Las redes sociales" pueden ayudarnos. Pero también la gente que nos rodea, si aprendemos a trabajar en equipo.

Y ahora, puedo plantearme de nuevo la pregunta: ¿Para qué sirve la escuela?